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jueves, 17 de mayo de 2012

Guiando a nuestros niños (II)


viene de aquí...

Ahora hablaré sobre las características de esa nueva generación de niños. No todos los niños son iguales, por supuesto, y algunos niños despliegan estas características más que otros. En estos tiempos hay una sensación de que todos los niños son “diferentes”. Ellos entran a través de un velo diferente (más delgado) y con la intención de expresar como nunca su alma en la materia. Pero cada alma tiene su propio desarrollo y dentro de la nueva generación de niños están aquellos que son extraordinariamente sensitivos, que son más diferentes que el resto y que a menudo son llamados “los niños de la nueva era” o simplemente “los nuevos niños”. Ahora nombraré algunas de las características más importantes de este grupo específico de niños, y tened en cuenta que estas características también se aplican en un menor grado a todos los niños de hoy en día. En realidad, debido al desarrollo de la conciencia a una escala colectiva, un “nuevo humano” está surgiendo en la Tierra. Está teniendo lugar una evolución hacia una especie humana socialmente y espiritualmente más inteligente, capaz de vivir en armonía con la naturaleza y conectada a sus compañeros humanos por un sentido de unidad y respeto. El desarrollo hacia este “nuevo humano” está siendo anunciado por los niños.





Características de los nuevos niños


- Los nuevos niños son cada vez más clarividentes, empáticos y telepáticos. Ellos absorben fácilmente los estados de ánimo y emociones de otras personas. El límite entre el mundo percibido por los cinco sentidos y el mundo invisible de los sentimientos y de las energías es muy fluido para ellos. Perciben el lado interno de las cosas a menudo tan fácilmente como el lado externo (físico). Ellos no se dejan llevar por el comportamiento externo engañoso que no refleja realmente lo que está sucediendo por dentro. Su astuta percepción intuitiva es muy aguda.


- Los nuevos niños son pacificadores. Ellos sienten el impulso de reconciliar grupos opuestos y apaciguar conflictos. Junto con sus habilidades intuitivas esto a menudo significa que ellos maduran más temprano y que son sabios más allá de su edad. Ellos suelen comprender a sus padres a un nivel más profundo del que los padres se comprenden a ellos mismos o mutuamente. Ellos tratan de ayudarlos o de construir un puente de comprensión entre ellos. Fácilmente se vuelven los “padres de sus padres” y esto puede separarlos de su parte infantil, espontánea, desinhibida. Cuando ellos se identifican intensamente con el rol de ayudante pueden llevar consigo una carga de responsabilidad muy grande.


- Los nuevos niños son idealistas. Ellos son espirituales, filosóficos e imaginativos. Son inspirados por ideales tales como la igualdad, la fraternidad y el respeto por la naturaleza. En su aura podéis notar que los dos chakras superiores están ampliamente abiertos. A través de estos centros de energía superiores a menudo ellos reciben mucha inspiración, perspicacia y entusiasmo. Pero por otro lado ellos fácilmente pueden volverse intranquilos, demasiado soñadores y poco prácticos debido a estos chakras superiores ampliamente abiertos. Su energía aún no ha llegado a arraigarse por completo; aún tiene que conectarse totalmente con el cuerpo y con el plano terrestre de la realidad.


- Los nuevos niños son más sintientes que pensantes. Ellos tienen dificultades en adaptarse a las reglas y estructuras actuales que dejan poco espacio para la intuición, para lo impredecible y para la individualidad. Ellos en realidad están aquí para enseñarnos cómo librarnos de una tradición en la cual el pensar y el analizar estuvieron demasiado acentuados. Todos los niños en cierto punto son más sintientes que pensantes. Pero lo que distingue a los nuevos niños más sensibles es que para ellos es física y emocionalmente imposible ajustarse a un ambiente rígido y demasiado estructurado. Se enferman o muestran severas alteraciones del comportamiento. Ellos ya están anclados a una conciencia basada en el corazón a tal grado que ya no pueden volver hacia atrás.


- Debido a su conciencia fuertemente intuitiva y a su incapacidad de adaptarse, estos niños pueden ser vistos como obstinados, rebeldes y “diferentes”. En realidad no es su intención ser rebeldes. Ellos sólo quieren ser ellos mismos. Pero si sienten que no hay espacio para eso, pueden volverse aislados e incluso bohemios viviendo al margen de la sociedad. Como ellos están menos dirigidos por el miedo y por la necesidad de conservación propia, responden menos a la disciplina y a la autoridad. Aún así ellos pueden sufrir intensamente y confundirse por la falta de comprensión que encuentran. Pueden sentirse alienados y solos debido a eso y preguntarse cuál es el significado de su presencia en la Tierra. No obstante si ellos encuentran su camino en la vida y comienzan a expresar su energía creativa y espiritual en forma material, florecerán y muchas personas serán tocadas por la profundidad de sus ideas y por su modo tierno, no competitivo, de tratar con los demás.





Problemas que enfrentan los nuevos niños


Recapitulando, estas características ya muestran los problemas con los que se pueden encontrar los nuevos niños. El problema más grande es que su energía específica no es reconocida y comprendida por las personas que están a su alrededor. Cuando a ellos no se les dan los medios y las oportunidades para expresar sus sentimientos y hay una falta de comunicación real, pueden aparecer varias “alteraciones del comportamiento”.


Los niños pueden volverse rebeldes, arrebatados y difíciles de manejar. Ellos se sienten incomprendidos y maltratados, y realmente quieren decir “no” a eso, pero no saben cómo hacerlo. Ellos aún no tienen la expresión adecuada y las habilidades de comunicación. Lo que sucede después de un tiempo es que ellos mismos dejan de comprender qué es lo que está ocurriendo por dentro. Cuando su vida interior no es reflejada por un padre o un maestro comprensivo quien le da un nombre a sus sentimientos y escucha con un corazón abierto, ellos pueden encerrarse por dentro y portarse de maneras que parecen inmanejables e irracionales. En ese momento se requiere mucha atención y una conciencia profundamente sintonizada para entender qué es lo que está moviendo a estos niños, ya que ellos mismos han perdido contacto con sus sentimientos.


También puede ser el caso que los niños, sintiéndose despreciados o incomprendidos, se aparten y se desconecten del entorno. Ellos no desahogan sus emociones a través de un comportamiento agresivo o revoltoso. Están encerrados en su propio pequeño mundo y es difícil comunicarse con ellos. A menudo estos niños son extremadamente sensibles y reaccionan intensamente a las energías discordantes que los rodean. Como es difícil imaginar cómo es ser tan sensible, sus límites son transgredidos fácilmente, y para sobrevivir emocionalmente ellos cierran su centro de los sentimientos. Este mecanismo de supervivencia generalmente es llamado “autismo”. Es una paradoja que los niños autistas sean llamados no empáticos (es decir, incapaces de ver desde la perspectiva de otra persona) porque ellos son extremadamente sensibles. Uno podría decir que para ellos es tan difícil sostenerse dentro de sus propios límites, que no pueden permitirse abrirse a los demás, expandir su conciencia de tal modo que incluya al otro. Ellos sienten que su mundo se desbarataría si lo hicieran así, y serían devorados por el caos. Por lo tanto el comportamiento no empático de los niños autistas proviene de una enorme susceptibilidad con respecto a la energía de los demás. Es tratando esta abrumadora sensibilidad que el niño autista busca protegerse y cerrarse emocionalmente. El comportamiento no empático o antisocial de los niños autistas es un mecanismo de supervivencia y no una característica esencial del alma.


Los niños que intentan resolver sus problemas de un modo extrovertido (rebeldía, agitación, falta de concentración) así como también los niños que buscan una solución introvertida (apartándose y cerrándose emocionalmente) comparten un número de rasgos comunes.


- Se sienten mal acogidos, no reconocidos o no apreciados realmente por quienes ellos son.
- No están firmemente establecidos o arraigados en sus cuerpos físicos. Ustedes pueden percibir esto literalmente en su aura la cual no suele estar totalmente conectada a la Tierra en la parte de abajo. Prácticamente esto significa que ellos carecen de una base emocional o ancla de seguridad interior desde la cual explorar el mundo de un modo relajado y abierto. Básicamente “no se sienten cómodos” lo que hace que “simplemente ser”, de un modo legítimamente despreocupado, sea algo difícil para ellos.


- A causa de esto, ellos pueden mostrar síntomas y desórdenes físicos y/o reaccionar intensamente a ciertos alimentos o sustancias.


- A medida que crecen y se vuelven adolescentes, puede ser difícil para ellos encontrar su lugar en la sociedad (encontrando la forma adecuada de educación o trabajo que les venga bien a ellos).


Quiero decir algo más acerca de las formas en que estos niños y adolescentes pueden ser apoyados para sentirse más bienvenidos y encontrar los medios adecuados de expresión. Pero primero quiero destacar que es muy importante no pensar en términos de culpa mientras hablamos acerca de las causas de los problemas que experimentan los nuevos niños. Los padres de estos niños a menudo hacen todo lo que pueden y cuidan de ellos. Un número de padres son muy conscientes de las cualidades especiales de sus niños y están cada vez más sintonizados intuitivamente con ellos. Por medio de su apertura y buena voluntad está teniendo lugar un enorme proceso de aprendizaje. Son estos padres quienes, junto con sus niños, pavimentarán el sendero en la sociedad y prepararán el camino para nuevas formas de tratar a sus niños.


La a veces dolorosa confrontación que los nuevos niños experimentan con la realidad de la Tierra ha sido elegida conscientemente. Ellos vienen a traer algo nuevo y ellos saben esto en su corazón. Esto pone sus dificultades en una nueva perspectiva. A nivel del alma, ellos toman responsabilidades por lo que encuentran en su vida; ellos aceptan las contrariedades y obstáculos. La sociedad no está “en contra de ellos”. La sociedad está dormida en muchos aspectos. Es el sueño de los viejos hábitos y la llegada de los nuevos niños es un llamado a despertar. Sí, ellos son un poco como ustedes, ¡¿pueden sentirlo?! La generación previa de trabajadores de la luz ha pasado por los mismos dilemas que estos niños, con la diferencia de que en esta época actual las cosas están ganando ímpetu y están llegando a un punto crítico. Los nuevos niños son tanto la causa como el efecto de esta aceleración.





Guiando a los nuevos niños


Al guiar a los nuevos niños, como padres, maestro o terapeuta, el punto de partida siempre es una conexión interior con esa realidad individual del niño. La base de toda ayuda verdadera es la buena voluntad de abrirse al modo en que el niño experimenta la vida y la habilidad de sintonizar con lo que esto os comunica verbalmente o no verbalmente. La cualidad más importante que uno puede poseer si uno quiere preparar a estos niños es la habilidad de escuchar y de estar abierto a algo nuevo.


Es menos pertinente el hecho de que poseáis conocimientos o habilidades específicas. Esto incluso puede constituir un obstáculo en caso de ser utilizado como dogma de progreso. Las teorías acerca de los niños (de la nueva era) a menudo parten de clasificaciones generales del comportamiento externo. Los síndromes y los diagnósticos están basados en los síntomas que se observan externamente. Pero lo que está faltando aquí y lo que es vital para comunicarse exitosamente con estos niños es que haya una conexión interior con lo que el niño está experimentando: los sentimientos y las emociones que dan origen al comportamiento externo.


Para mirar a alguien de un modo abierto e imparcial, uno tiene que soltar las expectativas e ideas preconcebidas. Vosotros sólo podéis conectaros sinceramente con alguien más (quienquiera que sea) si primero liberáis todo lo que piensáis que sabéis acerca del otro. Sólo entonces hay espacio para estar presente en el ahora de un modo verdaderamente sensible e intuitivo. Ésta también es una manera hermosa de darle la bienvenida a alguien, porque ahora os estáis permitiendo ser tocados por vuestra verdadera energía del alma.


Desde una actitud tan fundamentalmente abierta, la cual en esencia implica sentir más que pensar, vosotros podéis entrar en una comunicación con la otra persona, una comunicación beneficiosa y enriquecedora para ambos. La interacción con el niño nunca es un tráfico en un solo sentido. Ambos en la relación en un cierto momento son el maestro y en otro son el estudiante. Esto es lo que caracteriza a todas las relaciones espirituales significativas.
Cuando la relación entre el guía y el niño está definida de un modo tan claro y transparente, hay muchas posibilidades para ayudar al niño en su desarrollo. Yo voy a indicar algunas formas de un modo general, lo cual no pretende ser completo sino más bien señalar hacia una cierta dirección general.


-  Apreciación positiva de sus cualidades únicas (las cuales los hacen “diferentes”)


Ayudadles a recordar quiénes son, a comprender que su alta sensibilidad e idealismo pertenecen a las cualidades más hermosas que ellos poseen. Permitidles expresarse claramente en lo que respecta a sentirse “diferente” y alentadlos a descubrir cómo estas cualidades enriquecen y contribuyen al mundo. Encontrad modos creativos de expresar su (elevada) sensibilidad de modo que ellos puedan experimentar alegría en eso. Reunidlos y permitidles intercambiar experiencias y compartir sus energías.


- Desarrollo intuitivo


Ejercitar sus habilidades intuitivas de un modo recreativo, ayudándoles a conectarse con su cuerpo y con sus emociones, refuerza el conocimiento de sí mismo. Arraigarse, conocer sus límites desde adentro y usar su intuición para descubrir qué es bueno para vosotros, son habilidades que estos niños sensitivos pueden aprender fácilmente cuando son jóvenes y espontáneos. Cuando son más grandes, pueden sentirse más inhibidos con respecto a su tendencia natural a sentir, a imaginar y a fantasear. Si ése es el caso, es importante primero ayudarles a volverse conscientes de las emociones o creencias limitantes que bloquean el flujo de su intuición. Si hay problemas en cuanto a esto, casi siempre el flujo de energía en los tres chakras inferiores se ha bloqueado. Hay miedos, frustraciones y decepciones en estos niños como resultado de lo cual ellos pueden sentirse inseguros, deprimidos o incluso querer morir.


- Respetad su madurez como un alma


Sabed que su alta sensibilidad y el “ser diferentes” ha sido una elección consciente de su parte. Confiad en sus capacidades inherentes para resolver sus problemas. No los tratéis como víctimas. Recurrid a sus dones y talentos y, tanto como sea posible, dejadles encontrar sus propias respuestas y soluciones. Alentadlos a entrar en contacto con su pasión e inspiración y ayudadles a descubrir cómo expresar y manifestar su energía inspiradora en la Tierra de un modo práctico.


- Haced lugar para la expresión


La energía de los nuevos niños o adolescentes puede ser tan etérea e idealista que puede parecer intangible. Para estos niños es importante expresarse en forma material. Esto puede ser una forma creativa tal como pintar o hacer música, o puede ser a través de deportes o juegos. Lo que importa es que ellos sepan cómo arraigar su energía y hacerla visible a los demás. De ese modo ellos canalizan su energía hacia la Tierra. En todas estas cosas, el punto de partida sería que ellos disfruten expresándose en forma material. Cuando sean incentivados a explorar y a experimentar libremente, ellos encontrarán por su cuenta las formas que a ellos les satisfacen.


- Medicina alternativa


Las formas de tratamiento benignas, holísticas tales como lecturas, sanación y medicina alternativa pueden ser muy útiles en tratar los síntomas físicos en estos niños los cuales están relacionados a su energía total y condición psicológica. Como ellos son tan sensibles a la energía, estos niños responden fácilmente a formas de tratamiento que están enfocadas en primer lugar en el nivel energético (la psiquis) y sólo en segundo lugar en el cuerpo. No obstante también es importante aquí que uno no elija un tratamiento o medicina basado solamente en síntomas externos sino que uno haga una conexión interior con la situación única de un niño particular. Como padres o como terapeutas uno puede preguntarle al niño a un nivel interior si el tratamiento es beneficioso para él. Y una vez que haya crecido lo suficiente, él mismo puede involucrarse en la elección.


- Educación


Las formas iluminadas de educación toman al niño y a su mundo interior como su punto de partida. En el pasado, el conocimiento a menudo ha sido “volcado dentro” de los niños en un esquema de arriba hacia abajo. Ellos eran considerados ser recipientes vacíos que necesitaban ser llenados con conocimiento y habilidades útiles. Sin embargo, si uno considera al niño como un alma madura con sus propios intereses y propósitos, la educación asume una forma muy diferente. El desafío no es tanto comprender algo de la nada, sino despertar y liberar algo que ya está presente dentro del niño: su energía natural del alma que quiere manifestarse y expresarse en el mundo material. Hay una tendencia natural en el niño a querer aprender, a explorar y a descubrir sobre del mundo. Es sólo cuando ellos son forzados sistemáticamente a asimilar conocimiento que no se relaciona con el modo en que ellos experimentan las cosas que ellos se vuelven reacios y mal dispuestos a aprender. Preservar y trabajar con el anhelo natural de un niño a aprender es la base de la nueva educación. Con este enfoque el rol de un maestro es muy diferente. Lo que se les pide a ellos ante todo es estar presente con el niño de un modo abierto e intuitivo. El maestro parte de la premisa de que uno puede confiar en las habilidades naturales y únicas de cada niño. Ellos permiten que el niño enseñe el camino, apoyándolo al proporcionarle el conocimiento y los materiales que él necesita para lograr sus objetivos.




Tratando el sufrimiento de su niño


Cuando sois los padres de un niño sensitivo y notáis las penurias por las que tiene que pasar al tratar con el mundo, vosotros entrañablemente queréis protegerlo o salvarlo del daño. Inadvertidamente, podéis llegar a ver al mundo externo como el enemigo y a vuestro/ niño/a como la víctima vulnerable. Podéis temer y preguntaros si vuestro niño alguna vez será capaz de sobrevivir sin vosotros. Ver sufrir a vuestro niño puede retrotraeros a vuestros propios miedos, penas y decepciones más profundas. No obstante, la presencia de este niño particular en vuestra vida siempre tiene una lógica oculta. Hay un significado más profundo, con un intento positivo. Un modo de revelar esa lógica y significado es mirar al niño con ojos diferentes. No verlo como un ser pequeño y desvalido sino como un maestro — un ángel si lo queréis – quien ha venido a traeros un mensaje. Yo os invito a que me acompañéis en la siguiente meditación. Si no tenéis un niño, simplemente podéis invitar a un niño imaginario a que venga a vosotros.


Imaginad que estáis caminando por un jardín encantador. Abrid vuestro corazón a este mundo de paz y serenidad y dejad que vuestra mirada ronde e investigue alrededor. Hay muchas plantas y flores en el jardín. Sentid el ritmo de las estaciones, ciclos en el tiempo que se alternan suave y lentamente por sí mismos.


Ahora miráis a un lado y veis que un niño va caminando a vuestro lado. Tomad el primer niño o niña que surja en vuestra imaginación…


Silenciosamente él/ella toma vuestra mano y camináis juntos por el jardín, asimilando la belleza de la naturaleza.


Transcurrido un tiempo veis un lugar tentador donde sentaros, puede ser un pequeño banco o un lugar abierto en el terreno. Los dos os sentáis. Ahora observad más detenidamente al niño. Ved su pequeño rostro y miradlo profundamente a los ojos. Tras un momento vosotros veis que está teniendo lugar una transformación. Lentamente la cara del niño cambia a la de un ángel. Veis cómo el niño adquiere un resplandor brillante y se vuelve más etéreo, perteneciendo a un mundo diferente. Tal vez noteis colores rodeando al ángel-niño.


Calladamente observad a este ángel y quedad admirados por su apariencia. Sentís que os volvéis más pequeños, como un niño otra vez. Liberad por un momento la pesada carga de ser un adulto y sentid otra vez esa sensación de maravilla que es tan natural para un niño. Con grandes ojos observáis a ese ángel magnífico que os mira y luego sentís que él (o ella) quiere deciros algo. Lo hace primero transmitiéndoos una energía a través de sus ojos. Vosotros asimiláis esa energía y sentís su esencia.


Luego le hacéis una pregunta al ángel. “¿Por qué viniste a la Tierra?” le preguntáis, “¿Cuál es el regalo que traes?” Dejad que el ángel hable. No tiene que ser mediante palabras – también puede hablar a través de los sentimientos. Identificadlos.


…………


Luego, de repente, sabéis, sin palabras o imágenes intermedias.


Cuando hayais recibido la respuesta, hacédsela saber al ángel y preguntad: “¿Qué es lo mejor que yo puedo hacer por ti? ¿Cuál es el mejor modo de ayudarte en tu misión, en tus esfuerzos?”
Dejen que el ángel-niño os cuente, en palabras o en sentimientos.


Luego decidle adiós mientras sentís que una conexión permanente se ha establecido entre vosotros de corazón a corazón.


…………


A menudo, lo que el niño más necesita de vosotros es aquello que también más os ayuda a vosotros. El rasgo de carácter o energía que más se necesita para sostener al niño con frecuencia es exactamente el rasgo de carácter o energía que vosotros, a nivel del alma, deseáis desarrollar y conocer a fondo por vosotros mismos. Permítenos darte algunos ejemplos.


Puede darse el caso de quetengáis un niño introvertido que esconde sus sentimientos y con quien es difícil comunicarse. Lo que esto os pide a vosotros es que aprendáis a sintonizaos intuitivamente con él, a ser pacientes, y a estar dispuestos a observar sus propios sentimientos en profundidad. Esto ayuda al niño. Muy a menudo, desarrollar las cualidades que ayudan al niño es exactamente lo apropiado para vosotros también, en cuanto a vuestro propio desarrollo interior. Tal vez seáis alguien que tiene marcadas creencias acerca de un montón de cosas, o alguien muy práctico y eficiente, pero que nunca ha explorado mucho el reino de la emoción y el sentimiento. Vuestro niño os invita a recuperar ese equilibrio. Entonces aunque superficialmente el niño sólo parece presentarse con un problema, hay un significado más profundo oculto dentro del problema: el desafío para vosotros es desarrollar ciertas cualidades que encajan muy bien en vuestro propio camino específico de crecimiento interior.


Otra posibilidad es que tengáis un niño muy vivaz y de voluntad recia quien fácilmente cruza sus límites y os fuerza a levantar la voz e indicar claramente lo que aceptáis o no. Este niño frecuentemente puede haceros enfadar y por momentos podéis sentiros abrumados por su presencia. Lo que este niño os pide es que le aclaréis cuáles son vuestros límites, de modo que podáis comunicar vuestras necesidades y deseos de un modo firme y autoconsciente. Si hay mucha pugna entre vosostros, esto generalmente indica que aún no habéis delimitado la frontera entre lo que toleráis  y lo que no. Vuestro niño os invita a definir claramente vuestro propio espacio y a determinar vuestra possición en relación a él – y esto también suele hacer luz sobre todas vuestras otras relaciones. El comportamiento del niño (y su relación con él) magnifica un problema que ya estaba ahí. Muy probablemente vosotros ya teníais un problema al tratar de poneros firmes antes de que vuestro niño naciera. Ahora el niño os pide que os volváis verdaderamente conscientes de quiénes son y queos sostengáis por vosotros mismos, y esto es precisamente lo que necesitáis en vuestro propio camino de desarrollo interior.


Cuando desarrolláis las cualidades que ayudan al niño, estáis ayudando a ambos, a él y a vosotros. Por vuestra comprensión, amor, independencia y conocimiento de vosotros mismos, podéis llegar a ser un modelo del rol para el niño, un faro de luz. De esa manera, en un proceso de crecimiento y de sanación mutuamente inspirante, una nueva energía está naciendo en la Tierra. Una antorcha de luz está pasando de generación en generación, y está resplandeciendo cada vez más brillantemente.


Nosotros os alabamos por vuestra dedicación, amor y compromiso. Deseamos que experimentéis alegría y diversión en este viaje de exploración que vosotros y los nuevos niños estáis emprendiendo. Esperamos que tengáis compasión por ellos pero especialmente por vosotros mismos ya que seguramente cometeréis errores (recordad que los errores siempre son las herramientas de aprendizaje más importantes). Confiamos en que vuestra antorcha continuará ardiendo y que diseminará muchas chispas a quienes porten la antorcha después de vosotros. Pero hagáis lo que hagáis, ya sea que experimentéis alegría o desesperación, ya sea que tengáis compasión o seais prejuiciosos, abiertos y confiados o desanimados y deprimidos, nosotros os amamos y seguiremos ofreciéndoos nuestro apoyo y aliento. Sois bienvenidos. Siempre.

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